Paso a paso:
1° Tapar todos los agujeros, quitar las tapas de los enchufes y colocar cinta de carrocero en los marcos de las puertas y en todo lo que no queramos pintar.
2° Medir la altura a la que queremos el friso y poner cinta de carrocero en horizontal para dividir la pared en dos.
3° Empezar a pintar la parte superior con pintura verde oliva hasta la cinta de carrocero.
4° Cuando la pintura verde esté seca, quitar la cinta de carrocero y pintar el resto de la pared en blanco.
5° Dividir la pared proporcionalmente en partes de 40 cm de separación entre listón y listón. En este punto, primero colocamos cinta de carrocero para visualizar cómo quedará la composición.
6° Cuando tengamos claro el diseño y los listones que vamos a utilizar, colocamos en la parte superior del zócalo un listón de madera, previamente cortado y barnizado, a lo largo de todo el pasillo.
7° A continuación, cortar todos los listones verticales con una separación de 40 cm entre ellos y barnizarlos.
8° Pegar los listones con pegamento fuerte. Si es necesario, se puede usar algún clavito para que queden bien sujetos a la pared (en mi caso, era un estucado muy fino y a veces hacía falta).
9° Colocar en horizontal otro zócalo en la parte superior de los listones, también pegado con pegamento fuerte.
10° Sobre el zócalo superior, colocar un listón fino a modo de remate del friso, quedando en forma de repisa estrecha. Si vemos que la pared se arquea y no es completamente recta, cortamos un poco el último listón para que no ejerza presión y quede bien pegado.
11° A continuación, con masilla del color de los listones (en mi caso, haya claro), rellenar todas las juntas, tanto las uniones entre listones como las esquinas, para lograr un buen acabado. Con el dedo humedecido se puede alisar el sobrante, igual que cuando sellamos una bañera.
12° Pasar un trapo húmedo para eliminar el exceso de masilla. Una vez seco, aplicar una ligera capa de barniz en las zonas selladas.
13° ¡Listo! Solo queda decorar y disfrutar de un pasillo nuevo y acogedor.